¿Cómo podemos renovar
la fe por el buen periodismo, ese que nos haga leer con pasión?, seguramente la
respuesta la encontremos en la crónica (El alma del periodismo narrativo).
La crónica dentro del
periodismo se ha conocido como el género más cercano a la literatura (en este
caso la crónica es literatura de no ficción), por toda su riqueza narrativa,
herramienta utilizada para mantener al lector enganchado de principio a fin con
la historia contada y a la vez puede ofrecer mayor carga de subjetividad con
respecto a otros géneros.
La crónica es un
vínculo narrativo motivado por la sensibilidad, se escribe una crónica cuando
una acción conmueve, expresión que siempre reivindica la escritora venezolana
Laura Antillano, quien además define la crónica como un género “periodístico
seductor, tiene el rango de lo personal y la libertad de lo literario, pero gira
su esfera de encuentros en el apego a lo inmediato, lo cercano, lo colectivo”,
entre otras cosas, es importante resaltar que la crónica es un género hibrido,
una especie de ornitorrinco de la prosa, como la define el escritor mexicano
Juan Villoro por la mezcla natural con otros géneros como: el relato, la
noticia y la entrevista.
El
origen de la crónica
La palabra Crónica
procede del término griego “cronos” el dios del tiempo en la mitología griega,
es decir, contar de forma cronológica los hechos. El periodista venezolano Eloi
yague afirma que la crónica es “un viejo invento de la humanidad. Algunos dicen
que la Ilíada es una crónica de la Guerra de Troya y que el poeta ciego Homero
habría sido el primer corresponsal bélico de la historia”.
Pero existen otros
antecedentes, entre ellas, la invasión europea al continente americano, en
todas las embarcaciones iba algún cronista, quien se encargaba de documentar lo
sucedido en el viaje, los hallazgos y vicisitudes. En estas crónicas se
entremezclan los recuerdos, la imaginación y la fantasía.
Mucho tiempo después,
escritores modernistas latinoamericanos, entre ellos Rubén Darío, José Martí o
Leopoldo Lugones, retoman y reimpulsan la crónica de esta manera se convierte
en uno de los más imprescindibles géneros periodísticos.
Otro acontecimiento que
hace posible el desarrollo de este género, son las guerras mundiales y la
Guerra Civil Española e inmediatamente aparecen nombres como Ernest Hemingway,
George Orwell o John Dos Passos. En los años setenta del siglo pasado, se
empieza hablar del “Nuevo Periodismo”, donde se expone formar diferente de
escribir (“Nuevo Periodismo” que para muchos hoy en día ya no tiene nada de
nuevo) y entre sus principales exponentes encontramos al reconocido escritor
estadounidense Truman Capote, autor de la novela de no ficción A sangre Fría.
¿La
crónica es un hecho noticioso?
Sí, pero se diferencia
de la noticia convencional en su forma de comunicar un hecho; la crónica es
creativa, entretenida. Muchos autores consideran que una buena crónica siempre
conlleva un elemento de buen humor y es accesible pero a la vez profunda,
descriptiva, como dice el periodista colombiano Alberto Salcedo “La crónica: es
el rostro humano de la noticia”.
La
Crónica periodística en Venezuela
Venezuela es también un
país que vive y siente la crónica desde hace mucho tiempo, contando con una
importante cantidad de cronistas que abordan diferentes temáticas como la
política, la ciudad, el deporte, la cultura o el quehacer diario del
venezolano, y precisamente al hablar de crónica en Venezuela y de sus conexión
con el humor debemos nombrar a una de sus figuras más sobresaliente, Aquiles
Nazoa, defensor de nuestra identidad y apasionado estudioso de las situaciones
urbanas y tradiciones locales.
Los cronistas
venezolanos se han caracterizado por retratar las emociones de la ciudad,
descubrir las historias que existen detrás del trafico, las luces, los sonidos
y bajo ese estilo es necesario mencionar a otro Nazoa, Anibal, brillante
periodista que siempre conmovió por su forma particular de escribir.
También encontramos el
trabajo del periodista, escritor y actual diputado de la Asamblea nacional
Earle Herrera, creador del libro “La magia de la crónica” que es una
investigación exhaustiva de esta forma de hacer periodismos y es necesario
agregar que viene escribiendo breves historias que las ha bautizado como
“micro-crónicas” muchas de ellas aparecen publicadas en el diario Ciudad
Caracas.
Asimismo, existen
nombres como Enrique Bernardo Núñez columnista del diario “El Heraldo” en la
década de los treinta en el siglo veinte y en la actualidad tenemos al escritor
José Roberto Duque autor de libros como Salsa y control o Guerra Nuestra.
El
buen cronista
“El buen cronista es
siempre un extraterrestre recién aterrizado que ve algo con novedad. Debes
hacer el ejercicio de buscar la novedad en la calle en la que vives. El genio
del buen cronista es saber desplazar su mirada a cómo lo ven los demás” Juan
Villoro
Por: Emilio Pino
Salinas
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