lunes, 16 de marzo de 2015

El periodismo militante de Rodolfo Walsh

El periodismo es un oficio para valientes y no un círculo vicioso de prácticas que generan un vacío espiritual dentro de la población, el verdadero periodismo reivindica el conocimiento con el fin de servir a la humanidad. Por estas razones debemos enaltecer el nombre y la obra titánica del periodista argentino: Rodolfo Walsh, ejemplo genuino del periodismo militante (que cierta cúpula periodística intenta negar), se trata como en una ocasión expresó el periodista Earle Herrera de “un revolucionario que murió combatiendo la dictadura fascista que ensangrentó a su país, suerte que también corrió su propia hija. Fue fundador de la Agencia Cubana de Noticias, Prensa Latina, y creyó y militó en un periodismo revolucionario, clandestino, subterráneo y popular”. Wlash se caracterizó por ser un intelectual orgánico, integral, asumiendo la concepción encaminada por Antonio Gramsci, su compromiso estuvo entre el pensamiento y la acción, es decir, la praxis revolucionaria.

Inicios como periodista y escritor

Rodolfo Walsh nació en Lamarque, provincia de Río Negro, Argentina, el 9 de enero de 1927. En 1941 se mudó junto a su familia a Buenos Aires, en donde estudió en un colegio de sacerdotes irlandeses. Diez años después trabajó como corrector de pruebas y traductor, y en 1953 publicó Diez cuentos policiales argentinos, Variaciones en rojo (Premio Municipal de Literatura), la primera recopilación de autores nacionales del género, y Antología del cuento extraño (1954). Por su parte siempre defendió la posición del periodismo militante, comprometido con las luchas sociales, es por esto que, a raíz de los acontecimientos que tuvieron lugar en el golpe de Estado contra Juan Domingo Perón y la consolidación del gobierno de facto, escribió para un periódico sobre el fusilamiento, en 1956, de un grupo de opositores al régimen de José León Suárez. De esta noticia publicaría más tarde sus investigaciones en un libro llamado Operación Masacre (1957). De este modo, y tal vez sin ser del todo consciente de su aporte al periodismo, Walsh sienta en Argentina un precedente de lo que diez años más tarde se conocería en Estados Unidos como novela de no ficción (género conocido como periodismo literario), que tiene entre sus grandes exponentes al escritor Truman Capote con su obra A sangre fría.

Por otra parte Rodolfo Wlash siempre se identifico por ser un periodista visionario que sintió una constante necesidad de crear nuevas formas de organización alternativas, bajo la esencia de periodismo militante que se enfocará en ser parte y servir a la causa de la clase obrera. Tenemos como ejemplo los talleres que organizó para periodistas comunitarios.

Operación masacre

Con operación masacre (novela emblemática dentro de la narrativa de no-ficción en Latinoamérica publicada en 1957) su labor como escritor hace un giro determinante, es allí donde comeinza su militancia dentro del periodismo y su conciencia hacia la realidad del terrorismo de Estado. Acerca de la novela dijo Walsh “Cambió mi vida. Haciéndola, comprendí que además de mis perplejidades íntimas, existía un amenazante mundo exterior”. SE trta del comienzo de la persecución y asesinato sistemático y clandestino de militantes políticos y peronistas en una serie de gobiernos de facto que durará hasta principios de la década de los ochenta (no sólo en Argentina, también en otros países latinoamericanos). Pero también otras novelas, sin duda trascendentales, como el caso de Satanowsky (1958), acerca de la relación entre los crímenes políticos y los medios de prensa, y ¿Quién mató a Rosendo? (1969), cuya temática es el “vandorismo” y el sindicalismo peronista del 55.

Su legado imborrable

El 25 de marzo de 1977 un grupo armado emboscó al periodista Rodolfo Walsh en la calle, se defendió con una pistola calibre 22 y no dejó de disparar hasta que fue herido de muerte.

Aún herido, fue subido al auto y secuestrado. Sus restos aún no han sido encontrados. Walsh prefirió morir luchando. Su legado aún se mantiene vivo en el pueblo de América Latina, quien recuerda una de sus más conocidas frases: “El pueblo aprendió que estaba solo. El pueblo aprendió que estaba solo y que debía pelear por sí mismo y que de su propia entraña sacaría los medios, el silencio, la astucia y la fuerza”.

Carta abierta a la junta militar


El 24 de marzo de 1977 Rodolfo Wlash escribe una carta que va dirigida a la a la junta militar de Argentina que presidió una de las dictaduras más brutales en América Latina. En esta carta se identifica el testimonio personal de la persecución, el ajusticiamiento a peronistas y militantes de la resistencia, y el balance con cifras y datos de la labor represiva de esa dictadura. Así termina la carta “sin esperanza de ser escuchando, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hacer mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles. 

Por: Emilio Pino Salinas 

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