Una Amiga mía (que ya no es mi
amiga ¿o realmente lo fue?) me conto una vez, que una amiga suya, odiaba la
poesía, le parecían ridículos los versos, se declaraba Anti-Poesía y sus días
transcurrían en la más absoluta rutina,
ojos tristes, palabras secas, sueños oprimidos. Hasta que un día se enamoró (poesía),
soñaba despierta en su trabajo con el Joven que la cautivo (Poesía), Amaba la
música al igual que su amado (Poesía), Escribía en una libreta los encuentros
con su amado (Poesía), en la Universidad defendió sus ideas Políticas
(Banderas Rojas y Negras y un Puño
Izquierdo) que eran las mismas de su amado (Poesía), desafío a sus padres
por defender su amor (Poesía), la alegría no cabía en su alma (Poesía). Un día
su amado le leyó un poema de Julio Cortázar (Poesía): “Los Amantes”:
¿Quién los ve andar por la ciudad
si todos están ciegos?
Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las falanges,
y arriba está la noche llena de ojos.
si todos están ciegos?
Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las falanges,
y arriba está la noche llena de ojos.
Son los amantes, su isla flota a la deriva
hacia muertes de césped, hacia puertos
que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben
que mientras ruedan en su amarga arena
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.
hacia muertes de césped, hacia puertos
que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben
que mientras ruedan en su amarga arena
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.
Amanece en los carros de basura,
empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se miran y se tocan
una vez más antes de oler el día.
empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se miran y se tocan
una vez más antes de oler el día.
Ya están vestidos, ya se van por la calle.
Y es sólo entonces
cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.
Y es sólo entonces
cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.
Pero aquel Hombre un día se marchó sin dar ningún tipo de
explicación, y la amiga de mi ahora ex amiga, la ataco la tristeza y la
confusión, pero recordada a su Amado Entre el Dolor (Poesía): Sus besos, sus
encuentros, sus pasiones, sus aventuras; seguía firmemente en su memoria
(Poesía) y comprendió que ella también era parte de esa
legión de amantes a los cuales se refería Cortázar (Poesía). Siguió amando
(Poesía) y dejo de odiar la Poesía, porque ella cuenta su Historia (Poesía).
Emilio Pino
Salinas
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